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martes, 24 de julio de 2012

Si brillantes científicos creían en fenómenos paranormales ¿por qué nosotros no?


¿Por qué la Ciencia debe estar peleada con los fenómenos paranormales? Estos científicos proponían la existencia de fuerzas alternas que aún no se habían estudiado y que nos podían ayudar a entender el Universo.
Se supone que los científicos deben mantener una actitud seria, se supone que no deben creer en fenómenos paranormales (también llamados “psi”). Una encuesta en 1991 entre los miembros de la Academia Nacional de Ciencias reveló que sólo el 4% creía en la Percepción Extrasensorial, aunque un 10% pensó que era un tema de estudio interesante. ¿Será que en verdad no creen o que, por defender una reputación seria, se afirman escépticos?
A lo largo de la historia, han existido notables científicos que sí creían en fenómenos que no podían ser explicados. Por ejemplo, Jung creía en la sincronicidad, que consiste en dos o más eventos que parecen coincidencias, pero que tienen una conexión  acausal subyacente. Según Jung, la ciencia convencional no los puede explicar, pues pertenecen tanto a planos mentales como físicos.
Freud también creía en fenómenos como la telepatía. El sueño, según él, creaba condiciones favorables para enviar y recibir mensajes. Creía además que se podía comunicar con su hija, Anna, y un colega, Sandor Ferenczi, telepáticamente, sin embargo, disuadió a éste de reportar las experiencias. Su interés lo expresó más en una esfera privada que en la pública. Con el tiempo, sin embargo, se inclinó a desestimar fenómenos paranormales, de ahí que se distanciara, entre otras cosas, de Carl Jung.
El premio Nobel, Wolfgang Pauli también creía en la sincronicidad, pensaba que eran producto de los hilos con los que se entreteje la Naturaleza. Creía también en postular un orden cósmico en el que los objetos materiales estén sujetos a sus imágenes internas.
Otro físico, Freeman Dyson afirmaba que los fenómenos paranormales existían pero que yacían fuera de los límites de la ciencia y que nadie había podido estudiarlos porque generalmente ocurren bajo condiciones de gran emoción y estrés, lo que los hace incompatibles con procedimientos científicos.
Brian Josephson, premio Nobel en 1973, afirma que la telepatía existe y que la física cuántica puede ayudarnos a entender sus propiedades básicas.
Podemos nombrar a muchos otros científicos que han abierto su mente a psi. Quedémonos con estas palabras de Alan Turing: “La idea de que nuestros cuerpos se mueven de acuerdo a las leyes de la física, junto con otras aún no descubiertas, pero de alguna forma similares, sería un primer paso para creer”. Después de todo, ¿por qué no abrirse al hecho de que existen muchísimos aspectos de la vida que la ciencia aún no ha descubierto?

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